La retención de líquidos, también llamada Hidropesía, afecta a millones de mujeres, no constituye una enfermedad, pero sí que es un síntoma de otras.
Por ello, antes de quejarnos de que tenemos retención de líquidos, deberíamos preocuparnos en saber si su causa es una enfermedad del corazón, riñones, o aparato digestivo; y acudir a nuestro médico.
¿QUÉ ES LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS?
La retención de líquidos es la consecuencia de la acumulación de líquido en los tejidos de nuestro cuerpo.
Se produce cuando existe un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de los líquidos de una zona a otra. Si el paso de agua es abundante del espacio Intravascular al intersticial, se produce la retención de líquidos.
Nuestro organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, está constantemente ajustando los niveles de líquidos para que se mantengan de forma constante. Por eso si se bebe más agua de la cuenta, no sucede nada, ya que es eliminada por los riñones en forma de orina o a través de las glándulas sudoríparas.
El problema se origina cuando, por algún motivo, el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido necesario para mantener este equilibrio, por lo que se produce la llamada retención de líquidos.
¿A QUÉ SE PUEDE DEBER LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS?
Dentro de esta anomalía/síntoma se pueden encontrar dos tipos, según sus causas;
- Factores orgánicos: Inflamatorios, trastornos circulatorios. Enfermedades propias de ciertos órganos.
- Factores cotidianos: El sedentarismo, el estrés, la ingesta de medicamentos, factores climáticos.
RETENCIÓN DE LÍQUIDOS DURANTE EL EMBARAZO
Al menos el 50% de las mujeres lo padecen en algún momento, sobre todo durante el tercer trimestre. A causa de los cambios hormonales que se desarrollan durante el embarazo se suele manifestar mediante una ligera hinchazón de tobillos y pies.
No es muy preocupante, aunque es aconsejable comentarlo con el ginecólogo.
Si la hinchazón es excesiva y se amplía a la zona de las manos y la cara, hay que acudir al médico.
REMEDIOS CONTRA LA RETENCION DE LIQUIDOS
- Haz ejercicio. Cualquier ejercicio en el que haya que mover las piernas, facilita el trabajo a los riñones. Si trabajas sentada levántate al menos una vez a la hora y anda por la habitación. Si no puedes, mueve los dedos de los pies hacia arriba y hacia abajo, para que los músculos de las piernas ejerzan una acción de bombeo.
- Nada. Métete dentro del agua (piscina, mar) y mueve las piernas, también descánsalas dejándolas flotar, manteniendo el movimiento de las piernas.
- Nada de ropa ajustadas. Esto también incluye los calcetines, solo perjudicarán tu hinchazón. Intenta ir lo más cómoda y posible.
- Bebe agua. Cuanto más bebas más pierdes, lo óptimo sería beber entre uno y dos litros de agua al día.
- Bebe infusiones en ayunas. De perejil, enebro, hojas de olivo, cola de caballo, caldos de puerros, espárragos frescos y pepino.
- Consume alimentos ricos en potasio: Las frutas y las verduras son ricas en potasio. Se aconseja una ingestión diaria de unos 400 gr. de estos alimentos como mínimo, lo que equivaldría a unas 5 raciones diarias.
- Consume alimentos bajos en sodio: Entre los alimentos bajos en sodio tenemos muchas frutas y verduras, aunque algunas frutas como la manzanas, las peras o las cerezas son especialmente recomendadas. Algunos cereales como el arroz o la avena, o patata. La soja u otras legumbres. También podemos recurrir a la leche o a sus derivados.
La retención de líquidos, también llamada Hidropesía, afecta a millones de mujeres, no constituye una enfermedad, pero sí que es un síntoma de otras.
Por ello, antes de quejarnos de que tenemos retención de líquidos, deberíamos preocuparnos en saber si su causa es una enfermedad del corazón, riñones, o aparato digestivo; y acudir a nuestro médico.
¿QUÉ ES LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS?
La retención de líquidos es la consecuencia de la acumulación de líquido en los tejidos de nuestro cuerpo.
Se produce cuando existe un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de los líquidos de una zona a otra. Si el paso de agua es abundante del espacio Intravascular al intersticial, se produce la retención de líquidos.
Nuestro organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, está constantemente ajustando los niveles de líquidos para que se mantengan de forma constante. Por eso si se bebe más agua de la cuenta, no sucede nada, ya que es eliminada por los riñones en forma de orina o a través de las glándulas sudoríparas.
El problema se origina cuando, por algún motivo, el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido necesario para mantener este equilibrio, por lo que se produce la llamada retención de líquidos.
¿A QUÉ SE PUEDE DEBER LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS?
Dentro de esta anomalía/síntoma se pueden encontrar dos tipos, según sus causas;
- Factores orgánicos: Inflamatorios, trastornos circulatorios. Enfermedades propias de ciertos órganos.
- Factores cotidianos: El sedentarismo, el estrés, la ingesta de medicamentos, factores climáticos.
RETENCIÓN DE LÍQUIDOS DURANTE EL EMBARAZO
Al menos el 50% de las mujeres lo padecen en algún momento, sobre todo durante el tercer trimestre. A causa de los cambios hormonales que se desarrollan durante el embarazo se suele manifestar mediante una ligera hinchazón de tobillos y pies.
No es muy preocupante, aunque es aconsejable comentarlo con el ginecólogo.
Si la hinchazón es excesiva y se amplía a la zona de las manos y la cara, hay que acudir al médico.
REMEDIOS CONTRA LA RETENCION DE LIQUIDOS
- Haz ejercicio. Cualquier ejercicio en el que haya que mover las piernas, facilita el trabajo a los riñones. Si trabajas sentada levántate al menos una vez a la hora y anda por la habitación. Si no puedes, mueve los dedos de los pies hacia arriba y hacia abajo, para que los músculos de las piernas ejerzan una acción de bombeo.
- Nada. Métete dentro del agua (piscina, mar) y mueve las piernas, también descánsalas dejándolas flotar, manteniendo el movimiento de las piernas.
- Nada de ropa ajustadas. Esto también incluye los calcetines, solo perjudicarán tu hinchazón. Intenta ir lo más cómoda y posible.
- Bebe agua. Cuanto más bebas más pierdes, lo óptimo sería beber entre uno y dos litros de agua al día.
- Bebe infusiones en ayunas. De perejil, enebro, hojas de olivo, cola de caballo, caldos de puerros, espárragos frescos y pepino.
- Consume alimentos ricos en potasio: Las frutas y las verduras son ricas en potasio. Se aconseja una ingestión diaria de unos 400 gr. de estos alimentos como mínimo, lo que equivaldría a unas 5 raciones diarias.
- Consume alimentos bajos en sodio: Entre los alimentos bajos en sodio tenemos muchas frutas y verduras, aunque algunas frutas como la manzanas, las peras o las cerezas son especialmente recomendadas. Algunos cereales como el arroz o la avena, o patata. La soja u otras legumbres. También podemos recurrir a la leche o a sus derivados.